Este jueves, se ha confirmado la muerte de al menos cinco civiles en una serie de ataques ejecutados por la junta militar que controla Birmania desde el golpe de Estado de febrero de 2021, específicamente en el estado de Kachin, ubicado al norte del país. Esta región sigue siendo escenario de violentos enfrentamientos con grupos insurgentes locales.
Las fuerzas armadas han intensificado su actividad en el área, centrando sus acciones en la localidad de Hpakant, aunque también se han efectuado bombardeos y ataques con drones en Tsawlaw, situada a unos 20 kilómetros de la frontera con China, según reportes del periódico ‘Myanmar Now’.
Los combates continúan en Kachin, extendiéndose a las localidades de Bhamo y Waingmaw, donde ha aumentado la presencia militar, según ha reportado el Ejército de Independencia de Kachin (KIA).
En un intento por recuperar territorios perdidos durante el conflicto, los militares birmanos han escalado sus operaciones en el norte del país. Birmania está sumergida en una profunda crisis desde el golpe, con el Gobierno de Unidad Nacional, proclamado en el exilio, llamando en septiembre de 2021 a “una guerra defensiva popular” contra la junta, instando a los ciudadanos a levantarse, lo cual ha desembocado en una guerra civil.