La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha desvelado un ambicioso proyecto de 540 millones de dólares (aproximadamente 463 millones de euros) destinado a socorrer a cerca de 100.000 hogares severamente dañados por las recientes inundaciones y lluvias torrenciales, que han provocado la muerte de más de 70 personas en el país.
«Todo esto va a tener un segundo monto, pero para poder atender a todas las familias damnificadas, que estimamos van a llegar a cerca de 100.000, la primera estimación son 10.000 millones de pesos (463 millones de euros) de apoyo directo a las personas y a recuperar escuelas, clínicas, el empleo», explicó Sheinbaum en una rueda de prensa.
Este plan inicial se centra en la respuesta inmediata a la emergencia, abriendo caminos y garantizando servicios básicos como la salud y el suministro de agua potable. «Estas medidas buscan garantizar la seguridad y salud de las personas en los primeros días posteriores a un fenómeno natural», subrayó la mandataria.
La segunda y tercera fase del plan contemplan ayudas «directas» a los afectados y la reconstrucción de infraestructuras vitales como viviendas, clínicas y escuelas, además de impulsar la reactivación económica. «Queremos que nadie se quede atrás en la reconstrucción», afirmó, destacando el enfoque en comunidades más seguras y resilientes ante el cambio climático.
Además, se están implementando mejoras en los sistemas de alerta y pronóstico para enfrentar futuros desastres naturales, incluyendo la modernización del sistema de alerta nacional con tecnología avanzada y personal científico adicional, así como alertas individuales en teléfonos móviles.
Con estas medidas, el Gobierno pretende establecer una política preventiva a largo plazo, donde «ciencia, tecnología y comunidad trabajen juntas para enfrentar los efectos del clima extremo», resaltó Sheinbaum, remarcando que «la prevención salva vidas y protege el futuro de México».