Columbia ha aceptado pagar 200 millones de dólares, aproximadamente 170 millones de euros, para restablecer los fondos federales que fueron recortados por la administración de Trump debido a supuestas infracciones de las normas contra la discriminación, en el contexto de las manifestaciones propalestinas que fueron consideradas antisemitas por Washington.
Para la renombrada institución educativa, se considera ‘un importante paso adelante después de un prolongado periodo de escrutinio federal e incertidumbre institucional’, mientras que Donald Trump lo ha descrito como ‘un acuerdo histórico’ que también pone fin a algunas ‘ridículas políticas’ de la universidad.
En marzo, Trump retiró 400 millones de dólares, unos 340 millones de euros, en subvenciones al acusar a la universidad de permitir manifestaciones antisemitas y la persecución de estudiantes y docentes judíos e israelíes en sus instalaciones.
En un esfuerzo por apaciguar a Trump, Columbia cedió a sus demandas a cambio de negociar el retorno de fondos cruciales para cientos de proyectos de investigación, incluyendo la prohibición del uso de mascarillas en protestas, la contratación de más personal de seguridad y un nuevo vicerrector para supervisar el departamento de Estudios sobre Oriente Próximo.
Los 200 millones de dólares serán pagados al Gobierno Federal como multa durante los próximos tres años, además de otros 21 millones de dólares, alrededor de 17,9 millones de euros, para cerrar las investigaciones de la comisión de igualdad de oportunidades, que Trump ha impuesto como compensación a los ‘trabajadores judíos que fueron perseguidos’.
Trump ha festejado esta resolución y ha advertido en Truth Social que ‘se avecinan’ más acciones contra otras universidades que ‘han perjudicado a tantos, han sido tan injustas y desiguales, y han gastado incorrectamente dinero federal’.
El mandatario también ha elogiado que la universidad haya abandonado ‘sus ridículas políticas’ de diversidad y equidad y que ahora solo admita estudiantes ‘basándose únicamente en el mérito’.
Otras universidades, como Harvard, enfrentaron protestas masivas contra la campaña militar de Israel en Gaza, pero no cedieron a las presiones de Trump y denunciaron al Gobierno por amenazar con retirarles la financiación.
Estas protestas han sido criticadas por Trump desde su campaña que le llevó por segunda vez a la Casa Blanca, donde amenazó con retirar fondos a las universidades que permitieran estas manifestaciones y deportar a los estudiantes extranjeros involucrados.