Este lunes, desde Bruselas, la Comisión Europea ha hecho hincapié a Viktor Orbán, primer ministro húngaro, sobre la situación privilegiada de Hungría y Eslovaquia, que están exentas de las sanciones europeas impuestas al crudo ruso, permitiéndoles continuar su importación. Esto ocurre tras las declaraciones de las autoridades húngaras, quienes celebraron una exención “total e ilimitada” otorgada por el presidente de EE.UU., Donald Trump, tras la reciente visita de Orbán a la Casa Blanca.
Paula Pinho, portavoz principal de la Comisión, destacó en una conferencia de prensa que Hungría ha disfrutado de esta exención en años anteriores, reconociendo las condiciones especiales del país por no tener salida al mar. “Vale la pena dejarlo muy claro una vez más (…) Hungría ha disfrutado de esta exención, y Bruselas considera la seguridad energética una gran prioridad sin comprometerla”, afirmó Pinho.
Anna-Kaisa Itkonen, portavoz comunitaria de Energía, agregó que la estrategia para desvincularse del petróleo y gas ruso se está implementando de manera “gradual y efectiva” hasta finales de 2027, y resaltó que, desde el inicio de las sanciones, se han mantenido excepciones para Hungría y Eslovaquia frente a la prohibición general de la UE de importar petróleo ruso.
DETALLES DEL ACUERDO CON TRUMP
La Comisión Europea también señaló la importancia de verificar y contrastar los detalles de las sanciones estadounidenses para entender el alcance de la excepción otorgada a Hungría. Aunque Orbán ha proclamado que la exención es indefinida, fuentes estadounidenses indican que podría tener una duración de solo un año.
Después de la reunión entre Trump y Orbán, Péter Szijjártó, ministro de Exteriores de Hungría, confirmó que Estados Unidos ha otorgado a Hungría una “exención total e ilimitada” sobre las sanciones de petróleo y gas, una decisión que, según él, “garantiza la seguridad energética de Hungría”.











