Más de 30 países de origen árabe e islámico han expresado su rechazo el viernes a las declaraciones recientes de Benjamin Netanyahu, primer ministro de Israel, respecto a la noción de un Gran Israel. Este concepto incluye la anexión de áreas adicionales como Cisjordania y la Franja de Gaza, así como partes de Egipto y Jordania, entre otros territorios limítrofes.
En un comunicado oficial, estos países han descrito tales afirmaciones como una violación obvia y peligrosa del Derecho Internacional y una seria amenaza para la seguridad nacional de los estados árabes, así como para la paz y seguridad regionales e internacionales.
Al mismo tiempo, han reafirmado su compromiso con la legitimidad internacional, advirtiendo que tomarán todas las políticas y acciones necesarias para proteger los intereses de seguridad, estabilidad y desarrollo de todas las naciones y pueblos involucrados.
Además, estos países han criticado fuertemente la reciente aprobación por parte del ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, de un controvertido proyecto urbanístico que incluye la construcción de más de 3,000 nuevas viviendas para conectar Jerusalén Este con el asentamiento de Maale Adumim, junto con sus declaraciones extremistas recientes.
El comunicado, emitido por el Ministerio de Exteriores de Qatar, también condena cualquier intento de alterar los lugares sagrados islámicos y cristianos, como la Mezquita de Al Aqsa, y rechaza los actos de agresión, genocidio y limpieza étnica por parte de Israel. La declaración ha sido suscrita por una amplia coalición de naciones, incluyendo la Liga Árabe, la Organización para la Cooperación Islámica y el Consejo de Cooperación para los Estados Árabes del Golfo.
Interrogado sobre si comparte una conexión con la visión del Gran Israel en una entrevista con la cadena israelí i24News, Netanyahu dijo que siente mucha. Además, defendió sus políticas como parte de una misión histórica y espiritual, mencionando que hay generaciones de judíos que soñaron con esto y otras que seguirán soñando.