El Departamento de Estado de EE. UU. ha verificado la defunción de un ciudadano estadounidense en Sueida, al sur de Siria, donde recientemente se ha intensificado la violencia sectaria. Los conflictos entre drusos y beduinos han resultado en al menos 1.260 fallecidos en los últimos nueve días.
«Podemos confirmar la muerte, en la región de Sueida, en Siria, del ciudadano estadounidense Hosam Saraya la semana pasada», indicó Tammy Bruce, portavoz del departamento, durante una conferencia de prensa donde extendió sus condolencias a los familiares de Saraya. «Les estamos proporcionando asistencia consular», agregó, señalando que no podía ofrecer más información por el momento.
James Lankford y Markwayne Mullin, senadores republicanos de Oklahoma, también manifestaron su pesar por el fallecimiento de Saraya a través de publicaciones en la red social X. Lankford declaró que Saraya, de 35 años y perteneciente a la comunidad drusa, «fue ejecutado trágicamente junto con otros miembros de su familia en Siria».
El Gobierno de transición sirio prometió este martes implementar «tolerancia cero» contra los autores de crímenes, «incluso si están afiliados al Ministerio de Defensa», según anunció Murhaf abú Qasra, ministro de Defensa de Siria. «Se impondrán las máximas penas a los responsables de las violaciones, una vez identificados», explicó al anunciar la formación de un comité para investigar los sucesos en Sueida.
La situación ha precipitado una crisis humanitaria «grave», advierte la organización Human Rights Watch, que además ha alertado sobre discursos de odio sectario y posibles represalias contra la comunidad drusa.