El organismo de Derechos Humanos de la ONU ha verificado la muerte de 798 individuos que se encontraban recogiendo asistencia humanitaria en instalaciones gestionadas por la Fundación Humanitaria de Gaza israelí-estadounidense (GHF) en la Franja de Gaza, desde el 27 de mayo al 7 de julio. De estas, 615 muertes ocurrieron cerca de los centros de la GHF y 183 en las rutas de acceso a estos puntos.
‘La muerte de casi 800 personas que intentaban acceder a la ayuda se debe mayoritariamente a heridas de bala’, declaró Ravina Shamdasani, portavoz del Alto Comisionado, confirmando así las cifras del Ministerio de Sanidad de Gaza, bajo administración de Hamás, que reporta un número aún mayor.
Shamdasani también mencionó un incidente específico en el que perecieron al menos 15 palestinos, incluyendo mujeres y niños, en un ataque cerca de una clínica en Deir al Balá, operada por la ONG Proyecto Esperanza, aliada de UNICEF.
Israel ha reconocido este ataque, indicando que el blanco era un miembro de Hamás. Shamdasani invocó los principios de distinción y proporcionalidad del Derecho Internacional Humanitario, cuestionando si se están respetando estos principios dado el alto número de mujeres y niños afectados.
Por otro lado, la Organización Mundial de la Salud, a través de su portavoz Christian Lindmeier, expresó su condena a las muertes cerca de los centros de la GHF y criticó la situación como ‘mucho más que inaceptable’, haciendo un llamado para que el suministro de combustible en Gaza se regularice.
Finalmente, las Fuerzas de Defensa de Israel han adoptado nuevas medidas de seguridad en los puntos de distribución de la GHF, tras aprender de los incidentes previos. Según un comunicado del Ejército israelí, se han instalado barreras y señalizaciones adicionales, y se están revisando las acciones mediante evaluaciones detalladas.















