El presidente serbio, Aleksandar Vucic, ha expresado una fuerte oposición contra Turquía debido a un acuerdo de venta de drones a Kosovo, que Según Belgrado, constituye una infracción al Derecho Internacional en un momento de alta tensión en la región balcánica.
Albin Kurti, primer ministro kosovar en funciones, informó el pasado miércoles que los drones Skydagger, de origen turco, habían llegado a Pristina tres meses antes de lo programado. Kurti destacó que estos drones kamikaze están dotados de explosivos y que la adquisición forma parte de los esfuerzos de Kosovo para actualizar su arsenal militar.
Vucic ha mostrado su indignación por lo que considera una “brutal violación” de los compromisos internacionales por parte de Turquía, y ha especulado en su perfil de X sobre “las verdaderas intenciones” detrás de este pacto.
“Ahora está completamente claro que Turquía no busca la estabilidad en los Balcanes Occidentales y aspira a revivir el Imperio Otomano”, afirmó Vucic, quien hasta ahora había mantenido una relación cordial con Erdogan, presidente de Turquía.
Por otro lado, la presidenta de Kosovo, Vjosa Osmani, criticó a Vucic por atacar “desvergonzadamente” a Turquía, un miembro de la OTAN, acusándolo de solo querer “ayudar” a Kosovo a “defender la paz”. Osmani también reprobó a Vucic por preferir alianzas defensivas con Rusia, China e Irán en vez de acercarse a la OTAN.
Desde la declaración unilateral de independencia de Kosovo en 2008, Belgrado y Pristina no mantienen relaciones diplomáticas, a pesar de los esfuerzos de la Unión Europea para normalizarlas. Una misión de la OTAN con 5.000 efectivos continúa asegurando la estabilidad en la frontera entre ambos territorios.











