Los representantes de Estados Unidos, Mario Díaz-Balart y Carlos Antonio Giménez, han refutado las acusaciones que los vinculan con un supuesto complot liderado por el exministro de Exteriores colombiano Álvaro Leyva para derrocar al presidente de Colombia, Gustavo Petro.
Declaraciones de los Congresistas
«Me causan risa la cantidad de falsedades e inventos sobre mis frecuentes reuniones con miembros de la sociedad civil de Colombia», declaró Díaz-Balart en la plataforma X. «Siempre me he reunido con personas y grupos de distintos partidos y con diferentes opiniones, incluyendo múltiples encuentros con funcionarios del actual Gobierno de Colombia, como el presidente Petro (o) embajadores», añadió, concluyendo con un «cada loco con su tema».
Giménez, en una declaración más confrontativa, expresó en X: «Con mucho respeto, no necesito que nadie me convenza que Gustavo Petro es un drogadicto corrupto, patético, incompetente y peón del dictador Nicolás Maduro».
Estas declaraciones surgen tras un reportaje de ‘El País’ que reveló audios donde se sugiere que Leyva buscaba apoyo del secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, para ejercer una «presión internacional» que propiciara la destitución de Petro. Según estos reportes, Jorge Leyva, hijo del exministro, se habría encontrado con Díaz-Balart y planeaba hacer lo mismo con Giménez.
Álvaro Leyva, que fue inhabilitado por diez años desde noviembre de 2024 debido a un escándalo de corrupción relacionado con licitaciones de pasaportes, atribuyó en abril a Petro un supuesto «problema de drogadicción».
Petro, por su parte, aseguró el domingo haber incorporado a Leyva al gobierno «sin ningún cálculo político» y se describió como «víctima de la injuria» en una publicación en X, calificando las acusaciones como «un acto de venganza bárbaro, canalla, de alguien que simplemente había ayudado de corazón».