Este martes, el gobierno de Corea del Norte ha expresado nuevamente su desaprobación hacia los ejercicios militares que Estados Unidos y Corea del Sur están llevando a cabo en la región. Estas prácticas son percibidas como una señal de ‘hostilidad’ y evidencian ‘su deseo de invadir’ el territorio de Corea del Norte.
Kim Yong Bok, un alto representante del ejército norcoreano, mencionó que las maniobras, iniciadas hace nueve días y que se espera concluyan el jueves, ‘rara vez se realizan por motivos de defensa’. ‘Todo el mundo sabe que no es algo defensivo, especialmente viniendo de un país que tiene el mayor arsenal nuclear’, comentó, haciendo alusión a Estados Unidos.
Por esta razón, Kim advirtió que si estos ejercicios continúan, ambos países ‘pagarán un alto precio’, según declaraciones recogidas por la agencia estatal de noticias de Corea del Norte, KCNA.
Adicionalmente, Kim destacó la participación de varios cazas F-35 en los ejercicios y contradijo la versión de los aliados, quienes sostienen que se trata de un entrenamiento con propósitos exclusivamente ‘defensivos’.
No obstante, para Pyongyang, estas actividades representan una amenaza ya que ‘tienen como objetivo poner sobre la mesa maniobras que faciliten una invasión’ o un ‘ataque’ contra Irán y sus instalaciones nucleares’.















