El gobierno de Corea del Norte ha comenzado la edificación de un museo dedicado a “glorificar” a los soldados norcoreanos que perecieron durante los conflictos relacionados con la invasión rusa de Ucrania, con un enfoque particular en la región de Kursk.
En una ceremonia de inauguración a la que asistió el líder Kim Jong Un, se destacaron las “labores brillantes” de los militares en Kursk, donde “han derramado su sangre” y “han perdido la vida”, según reportes de la agencia estatal KCNA.
“Este lugar es el santuario que nuestro país y nuestro pueblo ofrecen para acoger a los grandes hijos que defendieron lo más sagrado a costa de lo más preciado de su vida y orar por su inmortalidad”, enfatizó Kim.
El líder norcoreano describió el sitio como un “cementerio”, un “salón conmemorativo y un monumento que se erigirá como un todo integral” e “incorporará las huellas de la vida de los excelentes hijos de nuestro Estado y nuestro pueblo, perdidas en feroces batallas”, según sus palabras.
“Este museo, en el que reposará el alma de los combatientes, está situado en la zona de Hwasong, un símbolo de Pyongyang que demuestra su vigor juvenil y sus características modernas que cambian año tras año”, subrayó Kim.
Se estima que entre 10.000 y 12.000 soldados norcoreanos fueron desplegados en Rusia, donde contribuyeron significativamente en momentos en que las fuerzas rusas luchaban por contener la ofensiva del Ejército ucraniano en la región, logrando avanzar aproximadamente 1.000 kilómetros cuadrados tras un ataque sorpresa a principios de agosto de 2024.














