Una corte de apelaciones federal ha detenido las acciones implementadas por el juez de distrito James Boasberg, quien había iniciado el camino hacia posibles cargos de desacato contra la administración de Donald Trump por no acatar su mandato de detener las deportaciones de ciudadanos venezolanos a El Salvador bajo la Ley de Enemigos Extranjeros de 1789.
La corte de apelaciones, con un resultado de dos votos contra uno, revocó la orden de Boasberg debido a la ‘ambigüedad’ en las directrices del juez, que ponían en una disyuntiva a las autoridades de ‘capitular ante una orden judicial ilegal’ o enfrentarse a un proceso que consideran ‘dudoso’, tal como informó The Hill.
En abril, Boasberg había emitido una orden para bloquear las deportaciones de migrantes a El Salvador amparándose en la Ley de Enemigos Extranjeros, la cual otorga facultades especiales al presidente Trump durante periodos de guerra para deportar a ciertos grupos de nacionalidades vinculadas a redes de narcotraficantes transnacionales.
Varias entidades de derechos humanos han expresado su preocupación por los vuelos de deportación gestionados por Trump, argumentando que el procedimiento excluye la realización de audiencias, lo que podría resultar en la expulsión de venezolanos sin pruebas de que los afectados estén realmente conectados con el Tren de Aragua.
