La Corte Suprema de Colombia ha ratificado la decisión del Tribunal Superior de Bogotá, confirmada este jueves en segunda instancia, que permite al expresidente Álvaro Uribe permanecer en libertad mientras se resuelve su apelación. Uribe enfrenta una condena de 12 años de arresto domiciliario por acusaciones de soborno de testigos y fraude procesal, impuesta a finales de agosto.
“El buen comportamiento del procesado durante la actuación y su asistencia voluntaria a las citaciones contradicen la necesidad de la privación inmediata de su libertad. Además, como en el proceso penal ya se superó la fase probatoria, el riesgo de afectación de la verdad o manipulación de las pruebas lo calificó de inexistente”, explicó la Sala de Casación Penal del Supremo en su resolución.
La decisión de la jueza Sandra Heredia del Circuito 44 de Bogotá, que inicialmente había ordenado la captura inmediata de Uribe para iniciar el cumplimiento de la condena, fue revocada por el Supremo que confirmó el derecho a la libertad del exmandatario citando que las motivaciones del juzgado no cumplían con los estándares constitucionales requeridos para una restricción inmediata de la libertad.
Uribe fue condenado por supuestamente instigar a sus emisarios para manipular testigos en las cárceles en su favor. Según las investigaciones, su abogado, Diego Cadena, habría ofrecido beneficios a exparamilitares para alterar testimonios sobre los vínculos de Uribe y su hermano Santiago con grupos paramilitares.
El conflicto legal tuvo sus inicios en 2012 cuando Uribe acusó al senador Iván Cepeda de fabricar testimonios falsos sobre el paramilitarismo en Antioquia. Sin embargo, las pruebas aportadas mostraron que los abogados de Uribe intentaban manipular los testimonios, cambiando el rol de Cepeda de acusado a víctima y de Uribe de demandante a investigado.