El Tribunal Supremo de Rusia ha decidido este miércoles que el satanismo sea considerado como parte de las organizaciones extremistas, lo que ha llevado a la prohibición de sus actividades en el territorio nacional. Esta medida se toma tras aprobar la solicitud realizada por la Fiscalía de Rusia.
En un comunicado emitido a través de Telegram, la Fiscalía señaló que el Supremo ha dado luz verde a la petición del fiscal general, Igor Krasnov, quien argumentó que ‘el movimiento se fundamenta en la ideología extremista, el odio y la hostilidad hacia las confesiones religiosas tradicionales’, en relación con la prohibición del ‘movimiento satánico internacional’.
‘Sus miembros abogan públicamente por el extremismo, así como por la destrucción, el daño y el vandalismo en iglesias ortodoxas, capillas, cruces, entre otros’, afirmó Krasnov, añadiendo que estos individuos ‘usan símbolos y atributos y llevan a cabo rituales ocultos’.
Además, destacó que ‘sus conceptos base están fundamentados en publicaciones reconocidas como materiales extremistas’ y mencionó que ‘el movimiento está estrechamente vinculado con manifestaciones de nacionalismo radical y neonazismo’. ‘Además de asesinatos rituales, los participantes cometen otros crímenes, también contra menores’, concluyó.
Esta resolución se produce tras un debate en abril en la Cámara Baja del Parlamento sobre cómo enfrentar el ‘satanismo’, comparándolo con el nazismo y el movimiento LGBTQ+, de acuerdo con el periódico ruso ‘The Moscow Times’. Los asistentes a la mesa redonda expresaron que el propósito de este movimiento era socavar los valores tradicionales como parte de una ‘guerra híbrida’ occidental.