La organización de Derechos Humanos Cristosal ha decidido cesar sus actividades en El Salvador, donde ha operado durante 25 años, debido a la creciente represión impulsada por la administración de Nayib Bukele. Aunque suspende operaciones en territorio salvadoreño, Cristosal ha confirmado que seguirá trabajando desde el extranjero.
La organización ha señalado que su decisión responde a una serie de desafíos, incluyendo la ‘escalada de criminalización de defensoras y defensores, la imposición de la Ley de Agentes Extranjeros y la débil independencia institucional’. A pesar de las adversidades, Cristosal mantendrá su presencia y compromiso desde sus oficinas en Guatemala y Honduras, según comunicaron en la red social X.
Además, Cristosal ha reafirmado su compromiso con El Salvador, declarando que no renunciará a su personalidad jurídica y que continúa inscrita en el Registro de Agentes Extranjeros porque ‘la defensa de DDHH es irrenunciable’. En el mismo comunicado, han denunciado el deterioro democrático en El Salvador bajo el gobierno de los hermanos Bukele, destacando un estado de excepción y control gubernamental que suprime las libertades civiles fundamentales.
La organización también ha reportado ser víctima de ‘acoso legal y administrativo, espionaje y campañas de difamación’, estrategias que consideran parte de un mecanismo de control social. Además, mencionan el caso de la abogada Ruth López, detenida y procesada injustamente, como ejemplo del ambiente represivo que enfrentan los defensores de derechos humanos en el país.