David Lammy, el Ministro de Exteriores británico, ha expresado su preocupación en el Parlamento del Reino Unido al describir el método de repartición de ayuda humanitaria en Gaza por parte de Israel como es inhumano y peligroso, destacando que este sistema compromete la seguridad de los habitantes con cada movimiento que realizan.
El nuevo sistema de ayuda israelí es inhumano y peligroso, y priva a los habitantes de Gaza de su dignidad humana. Contradice principios humanitarios establecidos desde hace mucho tiempo, ha criticado Lammy en una intervención en la Cámara de los Comunes, donde ha destacado que la reducción de puntos de distribución de 400 a sólo cuatro obliga a civiles desesperados, entre ellos niños, a luchar de forma insegura por lo esencial para vivir. Es un espectáculo grotesco, que está causando un terrible coste humano, ha agregado.
Además, Lammy ha denunciado los ataques de las Fuerzas Armadas israelíes que han resultado en la muerte de casi 1.000 civiles desde mayo. Condeno rotundamente el asesinato de civiles que intentan satisfacer sus necesidades básicas, ha afirmado, señalando que las operaciones israelíes en medio del controvertido sistema de distribución de ayuda crean un desorden que (el Movimiento de Resistencia Islámica) Hamás está aprovechando ahora.
El Gobierno israelí debe responder: ¿qué justificación militar puede haber para los ataques que han matado a niños desesperados y hambrientos? ¿Qué medidas inmediatas están tomando para detener esta letanía de horrores? ¿Qué harán para que los responsables rindan cuentas?, ha planteado Lammy.
Por otro lado, el ministro británico ha criticado duramente la propuesta del ministro israelí de Defensa, Israel Katz, de concentrar a los palestinos en recintos custodiados militarmente y fomentar su emigración voluntaria fuera de Gaza. Una visión cruel que nunca debe hacerse realidad, y la condeno de manera inequívoca, subrayando que el desplazamiento forzoso permanente es una violación del Derecho Internacional humanitario.
Finalmente, Lammy ha reafirmado su compromiso con la seguridad de Israel pero ha criticado las acciones del gobierno israelí por dañar su reputación internacional y poner en riesgo su seguridad a largo plazo. Ha hecho un llamado a Netanyahu para que escuche al pueblo israelí, cuyo 82 por ciento desea desesperadamente un alto el fuego, y a las familias de los rehenes, porque un alto el fuego ofrece la mejor oportunidad de traer a sus seres queridos de vuelta a casa.
















