Este jueves, los gobiernos de Arabia Saudí y Turquía han expresado su firme rechazo a la aprobación en primera lectura por el Parlamento de Israel de una ley que propone la anexión de Cisjordania. Ambas naciones han destacado que esta acción contradice el Derecho Internacional y carece de validez jurídica.
Desde el Ministerio de Exteriores saudí, se ha emitido un comunicado a través de la red social X, donde se «condena y denuncia» la decisión de la Knesset, «destinada a imponer la soberanía israelí sobre la Cisjordania ocupada y legitimar la soberanía israelí sobre los asentamientos coloniales». Asimismo, el gobierno saudí ha reafirmado su apoyo al «derecho histórico e inherente del pueblo palestino a establecer su Estado independiente en las fronteras de 1967, con Jerusalén Este como capital».
El Ministerio de Exteriores de Turquía también ha manifestado su desacuerdo, señalando que el acto de la Knesset «viola el Derecho Internacional» y «es nulo». El comunicado turco destaca que esta medida «amenaza el ya frágil clima de seguridad y estabilidad en la región», especialmente en un momento delicado para la paz en Gaza.
El proyecto de ley, que aún debe pasar por otras tres lecturas antes de convertirse en ley, ha sido igualmente censurado por la Autoridad Palestina y el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás). La votación inicial, que no contó con el respaldo del partido del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, excepto por un diputado que desafió la disciplina de partido, ahora se traslada a las comisiones parlamentarias de Exteriores y Defensa.
Esta decisión podría también provocar críticas de la Administración del presidente estadounidense, Donald Trump, quien ha mostrado su oposición a la anexión y ha subrayado la importancia de consolidar el plan de paz para Gaza propuesto por Washington.