El Gobierno palestino ha calificado como ‘crimen de guerra’ la legislación propuesta por una comisión del Parlamento de Israel, que propone la pena capital para ‘terroristas’ palestinos responsables de asesinatos de israelíes, pero que no se aplicaría a israelíes por crímenes similares contra palestinos.
Desde el Ministerio de Exteriores palestino, a través de un comunicado en X, se ha denunciado que esta medida es ‘una nueva manifestación del extremismo y criminalidad israelí contra los palestinos’, además de criticar que el sistema judicial y la Knesset actúan como ‘herramientas de la ocupación para legalizar crímenes y evitar el castigo’.
El proyecto ha sido descrito como ‘un plan para ejecutar a prisioneros’, lo que representa ‘una decisión de realizar ejecuciones extrajudiciales y una declaración de intenciones de cometer crímenes, que ahora también incluyen a Cisjordania y Jerusalén Este, además de la Franja de Gaza’, sumiendo en una sombra a los prisioneros.
El Gobierno palestino ha expresado su ‘firme condena’ a la propuesta, considerándola ‘un paso peligroso que busca perpetuar el genocidio y la limpieza étnica con una fachada de legitimidad’. ‘Es una declaración oficial de crímenes de guerra y contra la humanidad, legitimizada por la Knesset’, han afirmado.
Además, han destacado que ‘esta propuesta de ley muestra un camino de extremismo racista y fascismo dentro del marco legal israelí, violando claramente todos los acuerdos y normas internacionales, incluido el Derecho Internacional’. Se ha advertido que ‘el pueblo palestino y sus líderes resistirán este proyecto con todos los medios legales y políticos disponibles’.
El Ministerio palestino ha instado a la comunidad internacional a ‘actuar de inmediato para resaltar este peligroso rumbo tomado por la potencia ocupante’, tras la aprobación inicial del proyecto por la comisión de Seguridad Nacional del Parlamento israelí, con el respaldo del primer ministro, Benjamin Netanyahu, y el apoyo explícito del ultraderechista ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, quien afirmó que ‘los tribunales no deberían tener discreción’ y que ‘todo terrorista que intente asesinar debe saber que se enfrentará a la pena capital’.
Hamás ha reaccionado a la votación describiéndola como ‘la representación de la fea cara fascista de la ocupación sionista’ y una ‘nueva violación de las leyes internacionales, especialmente del Derecho Internacional Humanitario y la Tercera Convención de Ginebra’, solicitando a Naciones Unidas y otros organismos internacionales que ‘tomen medidas urgentes para detener este crimen brutal’.
