El mandatario ecuatoriano, Daniel Noboa, ha anulado los decretos que sostenían el estado de excepción en diez provincias, tras intensas protestas originadas por la eliminación del subsidio al diésel, lo que generó una fuerte reacción de las comunidades indígenas.
Las provincias afectadas por esta medida son Pichincha, Cotopaxi, Tungurahua, Chimborazo, Bolívar, Cañar, Azuay, Orellana, Sucumbíos y Pastaza. En estos lugares, se han levantado las restricciones a la movilidad y las libertades civiles, así como los toques de queda que estaban vigentes.
Originalmente, el estado de excepción se aplicó en siete provincias, pero fue extendido a diez debido al incremento de los bloqueos viales.
A pesar de que las protestas se declararon terminadas el 22 de octubre después de un mes de manifestaciones, con marchas y cientos de arrestos, la medida persistía. Según el diario ‘Primicias’, los enfrentamientos dejaron un saldo de tres fallecidos y varios heridos.
«Este paro pudo haberse evitado si hubiera existido diálogo y sensibilidad antes de imponer decisiones que afectan a los más pobres», declaró Marlon Vargas, presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE), en redes sociales.
Las demandas de las comunidades indígenas continúan siendo el restablecimiento del subsidio al combustible y el aseguramiento de servicios de salud y educación de calidad, además de la detención de la minería a gran escala.















