Un reciente ataque llevado a cabo por las tropas rusas en Ternópil, ubicada en la parte oeste de Ucrania, ha dejado un saldo de al menos diez fallecidos y 37 heridos, informó Igor Klimenko, el ministro del Interior ucraniano.
“Rusia ha vuelto a atacar ciudades pacíficas en Ucrania. Sus objetivos son viviendas, centros educativos e infraestructuras críticas”, declaró Klimenko, destacando que Ternópil es el epicentro de la crisis actual.
Klimenko también mencionó que los equipos de rescate están trabajando intensamente, ya que aún hay víctimas atrapadas bajo los escombros de los edificios residenciales afectados por los proyectiles. El objetivo de estos ataques, según señaló, es causar “más víctimas civiles, más destrucción, más sufrimiento”.
Por otro lado, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, reportó que en la última noche, Rusia desplegó más de 470 drones y 48 misiles sobre diversas áreas del país. Además de Ternópil, Zelenski mencionó ataques en Járkov, donde decenas de personas, incluidos niños, resultaron heridas y donde la infraestructura civil y de transporte sufrió grandes daños.
“La necesidad primordial son misiles antiaéreos, sistemas adicionales, el fortalecimiento de las capacidades de nuestra aviación de combate y la producción de drones para proteger vidas. Rusia debe rendir cuentas por lo que ha hecho, y nosotros debemos concentrarnos en todo aquello que nos fortalece y nos permite derribar misiles, neutralizar drones rusos y detener los ataques”, enfatizó Zelenski, quien también hizo un llamado a sus aliados para incrementar las sanciones y el apoyo.
