La organización no gubernamental del Colectivo para la Defensa de los Derechos del Pueblo de Azawad (CD-DPA) ha expresado su preocupación por la muerte de 13 civiles, de los cuales siete eran niños, en dos bombardeos ejecutados por el Ejército de Mali en la región de Tombuctú, durante una ofensiva contra el yihadismo.
El primer bombardeo tuvo lugar la noche del jueves en Tin-Aïcha, donde, según testigos locales y reportes de Radio France Internationale (RFI), un dron del Ejército maliense exterminó a una familia completa, incluyendo a un transportista de 41 años, su esposa y sus cinco hijos de 7, 9, 11, 13 y 15 años.
La noche siguiente, el viernes 14 de noviembre, un segundo ataque con drones apuntó a un asentamiento nómada en Albouhera, cercano a Gargando, resultando en la muerte de cuatro mujeres y dos bebés, y dejando tres heridos, según fuentes locales citadas por ambas coberturas periodísticas.
Estos trágicos eventos coincidieron con la celebración del segundo aniversario de la toma militar de Kidal por parte de las fuerzas de la junta militar actual, liderada por Assimi Goita, un periodo marcado por el fracaso en las negociaciones con los grupos tuareg sobre la “autodeterminación” de Azawad. Además, se ha acusado al Ejército de Mali de cometer masacres con el apoyo de mercenarios del ahora denominado Africa Corps, anteriormente conocido como Grupo Wagner.
Hasta el momento, el Ejército de Mali no ha emitido comentarios específicos sobre estos ataques, aunque generalmente ha negado cualquier participación en acciones que afecten a civiles en la región.











