Este lunes, las autoridades alemanas han atribuido el descarrilamiento de un tren ocurrido el domingo cerca de Riedlingen, en el distrito de Biberach, a un deslizamiento de tierra ocasionado por intensas precipitaciones en esa región.
El accidente ha resultado en la muerte de al menos tres personas y ha dejado 41 heridos en la localidad mencionada. La Policía ha explicado que el deslizamiento cerca de las vías férreas fue el desencadenante del posible descarrilamiento.
Los fallecidos son el conductor del tren de 32 años, un conductor en formación de 36 años y un pasajero de 70 años. Actualmente, los peritos forenses están evaluando el lugar del suceso para determinar con precisión las causas del mismo.
Las investigaciones preliminares revelan que el lodo y los escombros obstruyeron la vía, lo que causó el accidente posteriormente.
Richard Lutz, el director de la compañía ferroviaria estatal Deutsche Bahn, ha manifestado su solidaridad y ha ofrecido sus condolencias a los familiares de las víctimas y los heridos.
‘Haremos todo lo que esté a nuestro alcance para apoyar el trabajo que aún queda por hacer, sobre todo en lo que respecta a esclarecer las causas del accidente’, ha subrayado en relación con el tren, que cubría la distancia entre Sigmaringen y Ulm.