Este martes, un trágico suceso sacudió el distrito de Bilaspur en Himachal Pradesh, norte de India, donde un autobús con cerca de treinta pasajeros quedó sepultado bajo los escombros tras un deslizamiento de tierra. El incidente ha resultado en la muerte de al menos 18 personas, mientras que otras tres han sido rescatadas.
Las intensas precipitaciones que comenzaron el lunes, han debilitado la estructura del terreno, provocando el derrumbe de una colina que terminó por envolver al vehículo, según informes de la cadena NDTV.
Ante esta catástrofe, el primer ministro de India, Narendra Modi, expresó su «gran pesar» por las pérdidas humanas a través de la red social X. Modi anunció que se otorgarán compensaciones financieras del Fondo de Ayuda Nacional del primer ministro, que incluyen 200.000 rupias (unos 1.930 euros) para los familiares de los fallecidos y 50.000 rupias (aproximadamente 480 euros) para los heridos.
En respuesta al desastre, Sukhvinder Singh Sukhu, jefe de Gobierno de Himachal Pradesh, también se dirigió a la red social X para comunicar que se ha instruido a las autoridades para que «desplieguen toda la maquinaria» necesaria en las labores de rescate y ofreció sus condolencias a las familias de las víctimas.