En una reciente operación en el norte de Siria, específicamente en la provincia de Raqqa, las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), lideradas por la milicia kurda Unidades de Protección Popular (YPG), han logrado desmantelar una ‘célula terrorista’ de Estado Islámico. Este grupo se encontraba activo a pesar de los esfuerzos por parte de los yihadistas de aumentar su influencia aprovechando los vacíos de seguridad que surgieron tras el derrocamiento del régimen de Bashar al Assad en diciembre de 2024.
Según un comunicado de las FDS, la ‘precisa y meticulosamente ejecutada’ operación culminó con la captura de ‘cuatro peligrosos terroristas’. Los detenidos, identificados como Hamza Omar al Jalaf, Ahmed Alí al Ahmed, Basam Alí al Ahmed y Husein Alí al Ahmed, han reconocido su involucramiento en ‘numerosos ataques terroristas’ que resultaron en la muerte de integrantes de las fuerzas kurdas.
‘Admitieron haber huido después de las operaciones terroristas a zonas bajo el control de la ocupación turca y sus mercenarios afiliados, específicamente Tal Abyad y Ras al Ain’, han mencionado las FDS. Además, revelaron que estaban planeando nuevos ataques contra las FDS, ‘instituciones civiles’ y civiles en áreas controladas por la administración kurda en Siria.
Los capturados también confesaron haber recibido ‘apoyo militar’ en regiones bajo la influencia de las fuerzas turcas en Siria. Las FDS reafirmaron su ‘compromiso’ con la ‘seguridad y la estabilidad en la región’, continuando con operaciones para ‘eliminar a los restos de Estado Islámico’ y ‘evitar cualquier intento de desestabilización’.
Las FDS han advertido en múltiples ocasiones sobre los intentos de Estado Islámico de explotar la situación en Siria tras la caída del régimen de Al Assad y la campaña de rebeldes apoyados por Turquía contra sus posiciones, con el objetivo de intensificar sus ataques en las regiones del noreste y este de Siria bajo control kurdo.