Este jueves, la administración de Donald Trump, a través de la Casa Blanca, ha oficializado la remoción de Susan Monarez, quien era la directora de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). La razón detrás de su despido es que ya no se considera que esté ‘alineada’ con las políticas del presidente republicano.
Durante una conferencia de prensa, la portavoz presidencial, Karoline Leavitt, reveló que inicialmente, el secretario de Sanidad, Robert Kennedy Jr., había solicitado la renuncia de Monarez. A pesar de que esta aceptó, ‘luego dijo que no’. ‘El presidente la ha despedido y está en todo su derecho’, enfatizó Leavitt.
La portavoz añadió que ‘El presidente tiene la autoridad de despedir a quien no esté alineado con su misión’, haciendo hincapié en la clara diferencia de opiniones, especialmente después de que los abogados de Monarez emitieron un comunicado afirmando que ‘no dimitirá’.
Según los abogados, la destitución se debió a la negativa de Monarez de implementar ciertas políticas ‘poco científicas e imprudentes’ y su resistencia a un cambio de personal. Optó por ‘proteger a la población antes que servir a una agenda política’, argumentaron.
Por otro lado, la Casa Blanca ha indicado que ‘pronto’ se anunciará al sucesor de Monarez, destacando el compromiso de Trump y de Kennedy por ‘restaurar la confianza, la transparencia y la credibilidad de los CDC’. En una entrevista reciente con Fox News, Kennedy no mencionó directamente el comunicado de los abogados de Monarez, pero expresó su determinación de resolver los problemas en los CDC, declarando: ‘Lo vamos a arreglar’.