Internacional

Destituido el portavoz del Ejército congoleño por comentarios “estigmatizantes” hacia la minoría tutsi

RDC suspende a su portavoz militar tras unas polémicas declaraciones contra las mujeres tutsis que han desatado acusaciones de discurso de odio y genocidio.

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El presidente de República Democrática del Congo (RDC), Félix Tshisekedi (archivo) Michael Brochstein/ZUMA Wire/dpa

El presidente de República Democrática del Congo (RDC), Félix Tshisekedi (archivo) Michael Brochstein/ZUMA Wire/dpa

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El portavoz del Ejército de República Democrática del Congo (RDC), Sylvain Ekenge, ha sido apartado este lunes de su cargo tras unas declaraciones en las que “estigmatizó” a las mujeres de la minoría tutsi, al alertar contra los matrimonios con ellas y afirmar que buscan tener hijos para mantener una “supremacía” étnica en la región. Sus palabras han generado una fuerte polémica y han provocado reacciones de condena, entre ellas la del Gobierno de Ruanda.

Las Fuerzas Armadas congoleñas han rechazado públicamente las manifestaciones de Ekenge “estigmatizando a la comunidad tutsi en la antena de la Radiotelevisión Nacional Congoleña (RTNC)” y han confirmado que ha sido “suspendido de sus funciones como portavoz de las Fuerzas Armadas de RDC”, de acuerdo con un comunicado difundido por el Ministerio de Comunicación en su perfil en la red social X.

El texto oficial subraya que las afirmaciones de Ekenge “no reflejan en absoluto la posición oficial de RDC ni la del comandante supremo de las Fuerzas Armadas, el presidente de la República (Félix Tshisekedi), o el Gobierno”. “Son incompatibles con los valores republicanos y las misiones constitucionales mandatadas a las Fuerzas Armadas congoleñas”, añade la nota.

En la misma línea, el Estado Mayor recalca que “el Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas reafirma, con plena convicción, su determinación a la hora de defender y proteger, con disciplina y profesionalidad, la soberanía y la integridad territorial de nuestro país, así como la seguridad de todas las congoleñas y congoleños, sin distinción alguna, hasta el sacrificio supremo”.

Por ello, el mando militar apela a “la totalidad de la población” para que “muestre unidad y cohesión, y rechace todo discurso de odio, para apoyar a las Fuerzas Armadas de RDC en el cumplimiento de su noble misión” en lo que define como “un periodo crucial”, aludiendo al conflicto abierto en el este del país con el grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23), compuesto mayoritariamente por tutsis congoleños y respaldado por Ruanda.

Reacciones de Ruanda y referencia al genocidio

Las palabras de Ekenge han sido duramente reprobadas por el ministro de Exteriores ruandés, Olivier Nduhungirehe, quien ha denunciado en X que “en este periodo festivo, en el que el milagro de la Navidad debería tranquilizar el espíritu, el régimen de Kinshasa coge el camino contrario y se hunde en un horror genocida que provoca vértigo”.

El jefe de la diplomacia ruandesa ha reiterado sus acusaciones contra RDC por “colaborar” con las “genocidas” Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda(FDLR) --fundadas por hutus huidos de Ruanda tras perpetrar el genocidio de 1994--. “No contentos con bombardear y perseguir a los tutsis congoleños (...) ahora, el portavoz del Ejército congoleño retoma en la RTNC el primero de los 'Diez Mandamientos de los Hutu'” del periódico supremacista ruandés 'Kangura', de infausto recuerdo".

Este medio, considerado el equivalente impreso de la posterior Radio Televisión Libre de las Mil Colinas (RTLM), difundió contenidos de incitación al odio étnico antes del genocidio de Ruanda y, al igual que la emisora, fue señalado por propagar mensajes contra los tutsis en la antesala y durante la matanza de 1994.

Los 'Diez Mandamientos de lo Hutu' fueron publicados por 'Kangura', cuyo primer punto afirmaba que “todo hutu debe saber que una mujer tutsi, sea quien sea, trabaja por los intereses de su grupo étnico tutsi”, e instaba a considerar “traidor a cualquier hutu que “se case con una tutsi, emplee a una tutsi como concubina o le dé trabajo como secretaria o la tome bajo su protección".

Acusaciones del M23 y denuncias de genocidio inminente

En paralelo, el M23 ha responsabilizado a Ekenge de “trazar paralelismos con la RTML, el instrumento de propaganda genocida de los Interahamwe/FDLR”, en alusión al grupo paramilitar hutu que actuó durante el genocidio y a la milicia que hoy opera sobre todo en el este de RDC y que mantiene un enfrentamiento directo con esta rebelión.

El movimiento insurgente ha advertido de que “estos comentarios forman parte de un patrón persistente, coherente con la etapa final de los preparativos para el genocidio, dirigido contra los congoleños tutsi en general, y las mujeres y los niños en particular. Esta retórica incendiaria pone a los tutsis congoleños en riesgo inminente".

Asimismo, el grupo ha remarcado que las afirmaciones de Ekenge y otras procedentes de las autoridades de RDC “constituyen violaciones claras y constantes del Derecho Internacional”, y ha reiterado sus acusaciones contra Kinshasa por “violar sistemáticamente” el alto el fuego mediante “letales ataques aéreos y terrestres” en Kivu Norte y Kivu Sur, cuyas capitales se encuentran actualmente bajo control del M23.

En su comunicado, el movimiento rebelde sostiene que “el M23 pide a la comunidad nacional e internacional que reconozca la existencia de un genocidio inminente contra los tutsis congoleños, orquestado por el régimen de Kinshasa; la difusión deliberada de discursos de odio; la estigmatización, exclusión y discriminación sistemáticas (de los tutsis en RDC); y la continua violación del alto el fuego por parte de las fuerzas de Kinshasa".

El grupo, que lidera la coalición Alianza Río Congo (AFC, según sus siglas en inglés), concluye que “este régimen genocida continúa imponiendo la guerra, separando familias y llevando a cabo una campaña de exterminio contra las poblaciones del este de RDC en general y contra la comunidad tutsi en particular", en un mensaje difundido en su cuenta en X.

Condena internacional y contexto del acuerdo de paz

El Ejecutivo de Bélgica, antigua potencia colonial en la región, también ha censurado las declaraciones del militar congoleño. El ministro de Exteriores, Maxime Prévot, las ha calificado de “absolutamente impropias de un representante oficial”. “Las condeno con la mayor firmeza”, ha señalado.

“Estoy profundamente conmocionado por las declaraciones que hizo el portavoz del Ejército congoleño, el general Ekenge, contra la comunidad tutsi”, ha añadido en X. “Todo discurso de odio debe ser rechazado en toda circunstancia. La armonía nacional sólo puede construirse en un espíritu de inclusión de todas las comunidades", ha remachado.

Las críticas se producen en un momento especialmente sensible, marcado por las reiteradas denuncias de Ruanda y del M23 contra RDC por supuestamente preparar un genocidio contra la minoría tutsi congoleña, argumento que ambos utilizan para justificar sus operaciones militares en el este del país bajo la premisa de proteger a estas comunidades.

En este contexto, el presidente congoleño, Félix Tshisekedi, y su homólogo ruandés, Paul Kagame, firmaron el 4 de diciembre con el entonces inquilino de la Casa Blanca, Donald Trump, un acuerdo de “paz” alcanzado medio año antes y bautizado como 'Acuerdos de Washington', cuyo objetivo es poner fin a “décadas de violencia y derramamiento de sangre".

No obstante, desde la firma del pacto, el Ejército de RDC y el M23 se han acusado mutuamente de incumplir el alto el fuego y han reclamado la intervención de los mediadores ante el riesgo de un nuevo estallido bélico de gran envergadura, similar al registrado a finales de 2024, cuando la ofensiva rebelde les permitió hacerse con las capitales y parte de las provincias de Kivu Norte y Kivu Sur.