Este domingo, la Policía de Israel ha capturado a 25 individuos en diversas protestas a nivel nacional, demandando que el Gobierno detenga su ofensiva en la Franja de Gaza y negocie un acuerdo para la liberación de los rehenes en manos de Hamás.
‘La libertad de protesta y de expresión no es la libertad de provocar incendios, de perjudicar la libertad de movimiento de muchos o de alterar el orden público’, ha recordado la Policía israelí en un breve mensaje publicado en redes sociales.
En Tel Aviv, piquetes han interrumpido el tráfico en la autopista Ayalon, mientras que en Jerusalén, situaciones similares se han presentado en la autopista Begin, donde se ha necesitado la intervención de la Policía con un cañón de agua para disolver a los manifestantes.
Además, en la Plaza de los Rehenes en Tel Aviv, se han reunido cientos de personas. Desde allí, el presidente israelí, Isaac Herzog, ha exhortado a ‘hacer todo lo posible’ para que los rehenes retornen a sus hogares.
Las manifestaciones se han extendido hasta las residencias de figuras clave del Gobierno, incluyendo a Ron Dermer, ministro de Asuntos Estratégicos, y a Yoav Kisch, ministro de Educación, en Jerusalén.
Varias universidades, organizaciones y cerca de 70 autoridades locales han apoyado la huelga informal organizada por familiares de los rehenes y víctimas de la ofensiva israelí en Gaza.
La estrategia del primer ministro Benjamin Netanyahu de ocupar Gaza y los campamentos en el centro del enclave ha sido severamente cuestionada por los familiares, quienes la ven como una condena para los aproximadamente veinte rehenes aún vivos.