Este miércoles, el gobierno de Etiopía ha comunicado la captura de más de 80 individuos sospechosos de estar vinculados con Estado Islámico, indicando que estos habían sido enviados al país con el propósito de llevar a cabo una serie de atentados terroristas. Se ha confirmado que todos son parte de la facción del grupo extremista en Somalia.
El Servicio Nacional de Seguridad e Inteligencia (NISS) ha revelado que, tras una ‘investigación extensa’ sobre la filial somalí de Estado Islámico, acusada de ‘intentar expandir su huella operativa a Etiopía y otros países vecinos’, se logró la detención de 82 sospechosos. Se ha destacado que las fuerzas de seguridad estuvieron vigilando meticulosamente los intentos de infiltración del grupo y sus esfuerzos por ‘establecer células durmientes’ en el territorio etíope.
Según el NISS, estas personas representaban ‘un grave riesgo para la seguridad nacional’ y habían sido entrenadas en la región semiautónoma somalí de Puntlandia antes de su traslado a Etiopía, manteniendo ‘contactos directos con la organización terrorista’, según informó la cadena de televisión pública etíope, Fana.
Además, se mencionó que varios de los detenidos eran parte del ‘aparato de Inteligencia y reclutamiento’ de la agrupación yihadista, que ‘explota las instituciones religiosas como cobertura para sus operaciones, usándolas para diseminar su ideología extremista, reclutar a personas vulnerables y desestabilizar a las comunidades’.
La filial de Estado Islámico en Somalia, que se originó como una escisión de Al Shabaab y es activa principalmente en Puntlandia, ha ganado importancia en los últimos años, motivando a Estados Unidos a realizar bombardeos contra sus objetivos en apoyo a las autoridades del país africano.