La rentabilidad de los bonos a diez años del Reino Unido alcanzó niveles no vistos desde junio, marcando su sesión más adversa desde abril, cuando se anunciaron extensos aranceles por parte de Donald Trump. Esta situación coincidió con un debate en el Parlamento donde la ministra de Hacienda, Rachel Reeves, fue intensamente cuestionada, sin que el primer ministro Keir Starmer aclarase inicialmente las especulaciones sobre el futuro de la ministra a cargo del Tesoro británico.
La incertidumbre sobre Reeves provocó una caída en el valor de los bonos de diez años del Reino Unido, elevando la rentabilidad de la deuda soberana a un 4,6810%, comparado con el 4,457% del día anterior, en lo que fue su mayor ascenso diario desde abril.
Paralelamente, la libra esterlina experimentaba una depreciación en los mercados financieros, perdiendo un 0,8% frente al euro y más de un 1% frente al dólar estadounidense.
Respaldos y críticas en torno a Rachel Reeves
Durante una sesión de control parlamentario, Starmer no respondió directamente a las preguntas sobre la continuidad de Reeves, aunque más tarde, la secretaria de prensa de Starmer afirmó en un comunicado que Reeves ‘no irá a ninguna parte’, destacando que tiene el ‘pleno respaldo’ del primer ministro.
Un portavoz de Reeves, respondiendo a una imagen de la ministra visiblemente emocionada, dijo a la BBC que se trataba de un ‘asunto personal’. La ministra ha sido objeto de duras críticas, incluso dentro de su propio partido, por su gestión de las reformas de asistencia social, y la líder conservadora, Kemi Badenoch, acusó a Starmer de usar a Reeves como ‘un escudo humano para su incompetencia’.
Mike Riddell, un gestor de fondos en Fidelity International, expresó a ‘Financial Times’ que los inversores estaban preocupados por un posible reemplazo de la ministra, lo que podría llevar a cambios en las políticas fiscales del gobierno, resultando en mayores déficits y emisiones.
Reeves, quien hace un año se convirtió en la primera mujer en ser ministra de Hacienda del Reino Unido, describió su nombramiento como ‘el honor’ de su vida y se propuso como ‘misión nacional’ impulsar el crecimiento económico.