La ministra de Defensa de Lituania, Dovile Sakaliene, ha renunciado oficialmente a su cargo este miércoles debido a profundas diferencias con la primera ministra, Inga Ruginiene, sobre el nivel de gasto militar necesario para enfrentar amenazas y seguir las pautas de la OTAN.
Aunque Sakaliene había anunciado su intención de dejar el cargo el martes, postergó su decisión final a petición del presidente Gitanas Nauseda, quien deseaba discutir la situación con la primera ministra. La confirmación de su renuncia se hizo efectiva con una carta enviada a las 10.00 horas, según informó la propia Sakaliene en Facebook.
«Hace un mes, esperaba que pudiésemos trabajar juntas, pero lamentablemente no», señaló la ahora exministra, instando a «encontrar recursos» en diversos ámbitos del presupuesto para cumplir con los objetivos de inversión. No obstante, la primera ministra sostiene que la financiación debería provenir exclusivamente del presupuesto del Ministerio de Defensa.
La tensión entre ambas se intensificó tras una reunión la semana pasada con periodistas y líderes de opinión, donde se previó un gasto en defensa del 4,87% del PIB. Posteriormente, se ajustó a un 5,38%, aunque Sakaliene considera necesario alcanzar el 5,5%. La decisión de retirar a Defensa la supervisión de la industria militar, ahora a cargo de los Ministerios de Finanzas e Innovación, fue un giro inesperado para Sakaliene.