Dinamarca ha pasado a ser el primer país de Europa en suprimir el servicio tradicional de envío de cartas por correo, después de que la compañía postal sueco-danesa Postnord repartiera este martes los últimos envíos, cerrando así 401 años de historia del correo danés.
Ese mismo día, el servicio postal entregó la última carta de su historia a Enigma, el Museo de la Comunicación de Copenhague, situado en el barrio de Osterbro, donde se integrará de forma permanente en su exposición.
Durante el segundo semestre de 2025, la empresa postal inició la retirada de los 1.500 buzones públicos rojos distribuidos por todo el país. Alrededor de un millar se pusieron a la venta por internet, con precios comprendidos entre 195 y 270 euros. Postnord los ha descrito como “Una pequeña pieza del patrimonio cultural danés”.
Los buzones disponibles se agotaron en cuestión de días y los ingresos obtenidos se destinarán a proyectos benéficos. A partir de enero se subastarán otros 200, algunos intervenidos por artistas locales. Parte de los buzones que han formado parte del paisaje urbano durante más de 170 años serán preservados en museos. Además, la venta de sellos se interrumpió el 18 de diciembre.
Dinamarca figura entre los países más digitalizados del planeta y el volumen de cartas se ha desplomado un 90 por ciento desde el año 2000. Paralelamente, el coste del servicio se ha ido incrementando. En 2025, el franqueo más económico, con un plazo de entrega de hasta cinco días, se situaba en algo menos de cuatro euros.
La compañía estatal reorientará por completo su actividad hacia la paquetería, en un contexto de fuerte expansión del comercio electrónico. Pese al fin del servicio de cartas de Postnord, los ciudadanos daneses podrán seguir enviando correspondencia mediante otras empresas logísticas, como DAO, especializada también en la distribución de publicaciones impresas.