La familia de Maruan al Homs, quien dirige el hospital Abú Yusef al Najar en Rafá, ubicado en el sur de la Franja de Gaza, ha solicitado la ayuda del Comité Internacional de la Cruz Roja para conseguir la liberación del médico, que fue capturado por el Ejército israelí, a quien además acusan de haberle disparado en el pie.
‘Expresamos nuestra profunda preocupación por el secuestro de nuestro hijo, el doctor Maruan al Homs (…) por una fuerza especial israelí el lunes por la mañana, mientras cumplía con su deber humanitario de atender a los heridos y enfermos. La fuerza llevó a cabo la operación utilizando un ‘jeep’, donde le dispararon y le hirieron en el pie, y luego lo llevaron a una zona bajo control del Ejército de ocupación en la ciudad de Rafá’, ha denunciado la familia en un comunicado recogido por el diario ‘Filastín’, vinculado al Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás).
En su comunicado, la familia ha responsabilizado a las autoridades israelíes ‘de la seguridad de nuestro hijo’ y ha instado tanto a la comunidad internacional como al Comité Internacional de la Cruz Roja a actuar ‘urgentemente para esclarecer su paradero, garantizar su seguridad y (…) conseguir su liberación inmediata’.
Las autoridades de Gaza, bajo la administración de Hamás, han acusado a las Fuerzas de Defensa de Israel de ‘secuestrar’ al médico, destacando que esto ‘representa un ataque directo contra la voz de los enfermos, los hambrientos y los que sufren en la Franja de Gaza’.
Por su parte, el Ministerio de Sanidad de Gaza indicó que este acto ‘refleja una intención premeditada de silenciar la verdad y ocultar el sufrimiento de todo un pueblo que sufre la más horrible catástrofe sanitaria y humanitaria’, mientras exige su liberación inmediata e incondicional, ante un silencio aún persistente por parte del Ejército israelí.
Este incidente se inscribe dentro de una serie de acciones hostiles que han resultado, desde los ataques del 7 de octubre de 2023, en más de 58.900 fallecidos palestinos, según las cifras proporcionadas por las autoridades gazatíes, aunque se teme que el número real sea aún mayor.