Mike Burgess, director de la Inteligencia australiana, ha comunicado este viernes que la amenaza que representa Rusia para Australia es ahora más agresiva que nunca en términos de espionaje y manipulación. Burgess describe la situación como una nueva competición de poderes, buscando una superioridad estratégica sobre los adversarios.
Hay un apetito insaciable por obtener este tipo de información, ha comentado, mientras señalaba un crecimiento en las operaciones de espionaje rusas en los últimos años, de acuerdo con reportes de ABC News.
Además, ha enfatizado que Rusia persiste en su insistencia y agresividad respecto a esta amenaza, aunque no ha profundizado en detalles. Sin embargo, ha revelado que numerosos espías rusos han sido expulsados de Australia.
Burgess ha extendido su advertencia a otros países como China e Irán, interesados también en la información clasificada. Os sorprendería ver cuántos países tratan de hacerse con vuestros secretos, ha indicado, sugiriendo una amplia red de espionaje internacional.
El funcionario ha destacado particularmente el interés en el programa de submarinos nucleares de Australia y el acuerdo AUKUS con Estados Unidos y Reino Unido. Vemos un interés muy poco sano en lo referente al AUKUS y sus capacidades asociadas, ha explicado Burgess sobre las preocupaciones específicas de la inteligencia internacional.