El pasado sábado, Berna fue escenario de una intensa protesta propalestina que desembocó en violentos enfrentamientos nocturnos entre los asistentes y las fuerzas del orden, culminando en un saldo de más de 500 arrestos y cerca de 20 policías lesionados, además de significativos daños materiales valorados en millones de euros.
Michael Bettschen, subjefe de la Policía Cantonal de Berna, informó el domingo sobre los graves incidentes que resultaron en 536 detenciones, 18 policías heridos, cuatro de los cuales requirieron hospitalización, y 57 edificaciones afectadas. Esta situación se originó tras una manifestación inicialmente pacífica de aproximadamente 5.000 personas frente a la estación de tren de la ciudad.
Según Bettschen, las alteraciones comenzaron cuando grupos de manifestantes, descritos como ‘pertenecientes a algún ‘bloque negro», avanzaron hacia Bundesplatz, derribando las barreras policiales antes de volver a la estación de tren para intentar tomar control de las instalaciones. “Fue pura violencia descarada. Esto no tiene nada que ver con la libertad de expresión”, expresó Alec von Graffenried, director de seguridad de Berna, en una conferencia de prensa reportada por ‘Tagesanzeiger’.
Además, el informe policial añadió que nueve vehículos de la policía fueron destruidos durante los enfrentamientos.