En la madrugada del viernes, un ataque con drones y misiles atribuido a Rusia ha causado heridas a al menos doce personas en Kiev, de las cuales ocho se encuentran ingresadas en hospitales. Este incidente ha provocado también severas interrupciones en el suministro eléctrico, afectando a decenas de miles de hogares en la capital ucraniana y sus alrededores.
“Como resultado del ataque enemigo a la capital, doce personas han resultado heridas”, informó el alcalde de Kiev, Vitaly Klitschko, mediante Telegram. “Ocho de ellas se encuentran hospitalizadas. Cuatro reciben atención ambulatoria”, agregó.
El ataque también ha tenido un impacto significativo en infraestructuras vitales, resultando en problemas de abastecimiento de agua y dejando sin electricidad al margen izquierdo de la ciudad. Además, la crisis eléctrica se ha extendido a dos distritos orientales, Brovari y Borispil, donde aproximadamente “28.000 familias” han perdido el acceso a la energía, según comunicados de la administración militar regional a través de su canal en la plataforma.
Esta entidad ha confirmado que técnicos ya están “trabajando para restablecer el suministro eléctrico centralizado” y ha anunciado la instalación de “puntos de insurgencia en los asentamientos”, provistos de todo lo necesario para asistir a los afectados, mientras se distribuyen generadores para compensar la falta de electricidad.
Pocas horas antes del ataque, el ministerio de Energía ya había alertado sobre “un duro golpe a la infraestructura energética ucraniana”, según palabras de Svitlana Grinchuk, titular de dicho ministerio.