El gobierno de los Emiratos Árabes Unidos ha expresado su descontento con el líder del Ejército sudanés, Abdelfatá al Burhan, por su constante rechazo a un alto el fuego humanitario y su actitud obstruccionista, especialmente después de que Jartum desestimara el papel de mediador de Abú Dabi en el contexto del Cuarteto, a raíz de su apoyo a las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) en el conflicto que estalló en abril de 2023.
Rim bint Ebrahim al Hashimi, secretaria de Estado emiratí para la Cooperación Internacional, ha enfatizado que “una vez más, Al Burhan rechaza las aperturas para la paz”. “Con su rechazo del plan de paz estadounidense para Sudán y su repetida negativa a aceptar un alto el fuego, demuestra de forma consistente un comportamiento obstruccionista”, señaló.
Al Hashimi también ha criticado la grave situación humanitaria en Sudán, destacando que “El pueblo sudanés asume la mayoría de los costes” y recordando que las Naciones Unidas han catalogado el escenario como “una de las peores tragedias humanitarias en la historia moderna, con el acceso a la ayuda convertido en un arma y los civiles siendo sometidos a la hambruna de forma preconcebida”, según recoge la agencia estatal emiratí WAM.
Desde los EAU, se insta a un “alto el fuego incondicional e inmediato para poner fin a esta guerra civil”, subrayando la preocupación por las crecientes acciones militares y la continuada negativa a facilitar un acceso humanitario que profundiza el colapso de Sudán. Al Hashimi ha aplaudido el papel del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en los esfuerzos de mediación “para evitar que Sudán se deslice hacia el extremismo, la fragmentación y la catástrofe humanitaria”.
Las declaraciones desde EAU se producen tras la reiteración de Al Burhan de que Abú Dabi “no pueden ser aceptado como mediador”, criticando además a Massad Boulos, asesor principal de Estados Unidos para África, por su última propuesta, que tachó de “táctica intimidatoria utilizada para manipular a estadounidenses, saudíes y egipcios”.
“No somos belicistas ni rechazamos la paz, pero nadie puede amenazarnos ni imponernos condiciones”, declaró Al Burhan, prometiendo “expulsar” a las RSF de Sudán, en respuesta a las acusaciones de estas últimas de ser “el verdadero obstáculo” para la paz, tras las últimas iniciativas internacionales, incluida una propuesta de alto el fuego del Cuarteto.
Las RSF, que recientemente tomaron control de la ciudad de El Fasher en Darfur Norte, han sido acusadas de cometer atrocidades como ejecuciones, torturas y violaciones, alertando incluso al Tribunal Penal Internacional sobre posibles crímenes de guerra.
El estallido de la guerra civil en Sudán, provocado por desacuerdos en la integración de las RSF en las Fuerzas Armadas, ha llevado al país a una profunda crisis humanitaria con millones de desplazados y refugiados, y ha despertado la alarma internacional ante la propagación de enfermedades y los daños a infraestructuras críticas que dificultan la atención a los afectados.
