El Gobierno ecuatoriano ha advertido a los delincuentes sobre el uso de fuerza letal si no se detienen, reiterando su total apoyo a las fuerzas de seguridad en su combate al crimen organizado.
«Los delincuentes están advertidos, si no se detienen, actuaremos con fuerza letal. El tiempo del mal se acabó», declaró el ministro de Defensa de Ecuador, Gian Carlo Loffredo, mediante un video publicado en sus redes sociales.
Loffredo ha hecho un llamamiento a las Fuerzas Armadas para que persistan en su misión y ha confirmado que el Gobierno ya no les solicita que sacrifiquen sus vidas, sino que «entreguen la vida del que mata, secuestra, extorsiona, trafica y trata de aterrorizar» a los ciudadanos.
«Este país no le pertenece a 50.000 miserables, le pertenece a los 18 millones de ecuatorianos que anhelan vivir nuevamente en libertad», señaló el ministro de Defensa, incitando a las fuerzas de seguridad a actuar con «contundencia», ya que «las leyes les protegen».
«Usen sus armas, actúen de acuerdo a las nuevas reglas de enfrentamiento», instó Loffredo, recordando que cuentan con el indulto presidencial, parte de la nueva Ley de Solidaridad, aprobada en junio de este año, que ampara a los agentes procesados penalmente por acciones relacionadas con el conflicto interno.
«Lleven en su corazón, la bandera; en su mente, a sus familias; y en las manos, las armas. Así, juntos haremos que las calles del Ecuador vuelvan a su gente, y los delincuentes vuelvan al único destino que les pertenece: la cárcel o el infierno», afirmó.
Debido al notable incremento del crimen organizado durante el anterior mandato de Guillermo Lasso, el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, proclamó el estado de conmoción interna el 9 de enero de 2024, apenas dos meses después de su inauguración, una disposición que permanece activa tras varias extensiones.
Bajo esta normativa excepcional, los cárteles de drogas han sido catalogados como organizaciones terroristas, se han suspendido ciertos derechos fundamentales y se ha intensificado la presencia militar en las calles.