Ante la crisis generada por el paro indefinido impulsado por agrupaciones indígenas, el Gobierno de Ecuador ha movilizado un convoy con ayuda humanitaria hacia la provincia de Imbabura, donde la situación es particularmente tensa. Este convoy está integrado por efectivos militares encargados de asegurar la entrega de los suministros.
“Iremos con la fuerza militar, policial, como bloque (de seguridad), y las autoridades, para aperturar vías y llegar con ayuda humanitaria”, explicó el ministro del Interior, John Reimberg.
Reimberg destacó la presencia de bloqueos en las carreteras, añadiendo que los militares intentarán primero dialogar con los manifestantes y, de ser necesario, emplearán la fuerza para garantizar el paso. “Esto no puede seguir así. La ley prohíbe el cierre de vías. Imbabura no puede permanecer más tiempo cerrado. Tengo una disposición muy clara del presidente (Daniel Noboa) que la voy a hacer cumplir. El paro termina ya. No puedo permitir que sigan amedrentando a la gente, cerrando negocios, pinchando llantas…”, afirmó rotundamente.
Reimberg también señaló que en Cotacachi, aproximadamente 1.000 personas han bloqueado una importante vía y están a la espera de confrontar al convoy, que cuenta con cerca de un centenar de vehículos y un millar de militares, incluyendo la participación del propio Reimberg y la vicepresidenta María José Pinto.
El convoy partió de Quito hacia Ibarra, donde la CONAIE ha convocado a una “gran marcha de la resistencia en Ibarra”. Mientras, en Imbabura, el desabastecimiento de productos básicos como el gas doméstico se intensifica, agravando la situación desde el inicio del paro el 21 de septiembre, tras la eliminación del subsidio al diésel.
El despliegue del Ejército ha sido la respuesta gubernamental frente a las manifestaciones, que ya han resultado en la muerte de al menos un comunero indígena durante los enfrentamientos.