El representante especial de Estados Unidos para Siria, Thomas Barrack, declaró este martes en Beirut que Israel está preparado para abandonar el sur de Líbano, aunque enfatizó que las autoridades israelíes quieren ver pasos efectivos relacionados con el desarme de Hezbolá, grupo chií que ha manifestado abiertamente su oposición a tal medida, la cual es también solicitada por el gobierno libanés.
Israel ha comunicado claramente que no tiene intenciones de ocupar Líbano y que está listo para retirarse, pero necesita ver acciones concretas, según lo expresado por Barrack desde el Palacio Presidencial de Líbano, subrayando que Beirut ha delineado once puntos y se ha comprometido a implementarlos, siendo el primero un programa para el desarme de Hezbolá.
Además, se ha revelado que Beirut presentará el 31 de agosto un plan para desarmar a Hezbolá, cuyo líder, Naim Qasem, ya alertó la semana pasada a las autoridades libanesas sobre las consecuencias de seguir adelante con esta medida y afirmó que ‘no quedaría vida’ en el país si se llevaba a cabo, en un contexto de temor a una posible guerra civil.
Barrack ha enfatizado que el desarme debe ocurrir. ‘Esto no se trata de una guerra, sino de que Hezbolá tome la decisión de entregar las armas’, explicó, agregando que ‘un acuerdo de paz con Israel es un camino hacia la prosperidad y la estabilidad’, según informó la agencia estatal de noticias libanesa, NNA.
El Gobierno libanés ha tomado un paso significativo al solicitar al Ejército que prepare un plan de desarme de Hezbolá. ‘Israel ha mostrado satisfacción por la posibilidad de una retirada y no tiene deseo de ocupar Líbano’, reiteró el enviado estadounidense.
Después de reunirse con el presidente de Líbano, Joseph Aoun, Barrack expresó el apoyo de Washington a la renovación por un año del mandato de la Fuerza Interina de Naciones Unidas para Líbano (FINUL), aunque destacó que ‘el Ejército libanés es la respuesta, no la FINUL’, como lo recogió el diario ‘L’Orient-Le Jour’.
La Presidencia libanesa, en un comunicado publicado en X tras el encuentro, indicó que Beirut está ‘totalmente comprometido’ con el alto al fuego de noviembre de 2024 con Israel y resaltó la importancia de ‘lograr seguridad limitando las armas y dejando las decisiones sobre guerra y paz exclusivamente en manos del Estado’. Asimismo, agradeció a Washington por su ‘continuo apoyo’ al Ejército de Líbano para su ‘fortalecimiento en todos los ámbitos para que puedan cumplir con sus deberes nacionales en materia de seguridad y estabilidad’, y se comprometió a fortalecer contactos con ‘países árabes y occidentales amigos de Líbano’ para ‘apoyar y acelerar la reconstrucción y la recuperación económica’.
A pesar del alto al fuego de noviembre de 2024, Israel ha realizado numerosos bombardeos en Líbano, justificándolos como acciones contra actividades de Hezbolá y asegurando que, por ello, no viola el acuerdo, aunque tanto Beirut como el grupo han criticado estas acciones, condenadas también por Naciones Unidas.
El acuerdo de alto al fuego, logrado después de meses de combates a raíz de los ataques del 7 de octubre de 2023, estipulaba que tanto Israel como Hezbolá debían retirar sus efectivos del sur de Líbano. No obstante, el Ejército israelí ha mantenido cinco puestos en el territorio de su país vecino, lo cual también ha sido criticado por las autoridades libanesas y el grupo chií, que exigen el fin de este despliegue.