El Gobierno estadounidense se ha abstenido de emitir opiniones sobre el presunto complot para atacar su Embajada en Caracas, revelado por Venezuela un día antes, recordando además que no mantiene personal diplomático en la nación sudamericana desde el año 2019.
“En marzo de 2019, el Departamento de Estado de Estados Unidos retiró a todo el personal diplomático de la Embajada en Caracas y suspendió sus operaciones. Todos los servicios consulares, tanto rutinarios como de emergencia, permanecen suspendidos hasta nuevo aviso”, declaró un portavoz a Europa Press.
Este portavoz reafirmó que la protección de su personal y ciudadanos en el extranjero es de “máxima prioridad” para el ejecutivo estadounidense, que desaconseja cualquier viaje a Venezuela por parte de sus nacionales.
Además, el gobierno estadounidense ha decidido no hacer declaraciones sobre las acusaciones de que “sectores extremistas de la derecha local” están implicados en el supuesto plan, que fue comunicado inicialmente a una “Embajada europea” para informar a Washington.
“No hacemos comentarios sobre conversaciones diplomáticas ni divulgamos detalles de procedimientos de seguridad”, concluyó el representante de la diplomacia de EE.UU.
El presidente venezolano Nicolás Maduro explicó que el plan incluía la colocación de un artefacto explosivo cerca de la Embajada en Caracas y aseguró que las autoridades de EE.UU. ya están informadas de los detalles recopilados por Venezuela.