El Gobierno de Estados Unidos ha celebrado la ratificación por el Consejo de Seguridad de la ONU de una nueva fuerza internacional propuesta en conjunto con Panamá, asegurando que “trabajar de cerca” con otros países es esencial para garantizar su “rápido despliegue”. La Fuerza de Supresión de Pandillas (GSF) busca responder al creciente problema de violencia e inseguridad.
“Estados Unidos aplaude la adopción de la resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que transforma la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad en Haití (MSS) en una Fuerza de Supresión de Pandillas (GSF) y autoriza el establecimiento de una oficina de Apoyo de Naciones Unidas en Haití (UNSOH)”, declaró el secretario de Estado, Marco Rubio.
Marco Rubio enfatizó que la GSF “abordará los desafíos inmediatos de seguridad de Haití y allanará el camino para una estabilidad a largo plazo”. “Aplaudimos los esfuerzos de Kenia y de todos los países desplegados bajo la MSS para abordar la inseguridad generalizada en Haití”, agregó, subrayando que la nueva fuerza “evolucionará a un modelo de carga internacional compartida con los suficientes recursos como para combatir a las pandillas”.
“El mensaje del Consejo de Seguridad es claro: la era de la impunidad para quienes buscan desestabilizar Haití ha terminado”, recalcó. “Estados Unidos mantiene su compromiso de colaborar con las partes internacionales interesadas en apoyar el camino de Haití hacia la paz, la estabilidad y la gobernanza democrática. Hacemos un llamamiento a todas las naciones para que se unan a nosotros en este esfuerzo crucial”, concluyó Rubio.
La resolución fue aprobada el martes con doce votos a favor y tres abstenciones —China, Rusia y Pakistán—, estableciendo un periodo inicial de doce meses para la GSF. Laurent Saint-Cyr, presidente de transición de Haití, celebró esta decisión calificándola como un “punto de inflexión decisivo” para enfrentar a los grupos armados que “amenazan el futuro” del país caribeño, según un comunicado de la Presidencia haitiana.
A comienzos de 2024, una ola de violencia estremeció Haití, llevando al entonces primer ministro, Ariel Henry, a renunciar. Desde entonces, se estableció un Consejo Presidencial de Transición para pacificar el país y formar un Consejo Electoral Provisional que organice elecciones, en un contexto que ha exacerbado la crisis humanitaria con aproximadamente 1,3 millones de desplazados internos.