El gobierno de Estados Unidos ha urgido a sus nacionales presentes en Malí a que abandonen el país «inmediatamente» por el incremento de la inseguridad, provocado por los ataques de grupos yihadistas cerca de Bamako y la reciente escasez de combustible.
«Los continuos problemas de infraestructuras en Malí, incluyendo los cortes de suministros de gasolina y diésel y el cierre de instituciones educativas, sumados al enfrentamiento armado entre el gobierno de Malí y grupos terroristas en las cercanías de Bamako, han aumentado la imprevisibilidad de la situación de seguridad en la capital», comunicó la Embajada de EE.UU.
La embajada ha destacado en su comunicado de seguridad que «los ciudadanos estadounidenses que se encuentren actualmente en Malí deberían abandonar el país usando vuelos comerciales». Además, señaló que «el aeropuerto internacional de Bamako se mantiene operativo y hay vuelos disponibles», pero advirtió que «las carreteras hacia los países vecinos podrían no ser seguras debido a los ataques terroristas en las autopistas nacionales».
«Aquellos ciudadanos estadounidenses que opten por quedarse en Malí deberían tener preparados planes de contingencia para cualquier emergencia, incluyendo la posibilidad de tener que refugiarse en su ubicación actual durante un tiempo prolongado», agregó la embajada, recordando también la recomendación de evitar viajar a Malí.
La embajada también ha aconsejado a los ciudadanos que «eviten áreas de manifestaciones, no intenten cruzar bloqueos en carreteras, mantengan un perfil bajo, revisen sus planes de seguridad personal y mantengan las comunicaciones abiertas».
Horas después de emitir la alerta, el Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes (JNIM), afiliado a Al Qaeda en el Sahel, reivindicó a través de sus canales de propaganda un ataque a un convoy de transporte de combustible en los alrededores de Bamako, parte de su estrategia para obstruir las rutas de suministro de la junta militar.
«Un convoy del Ejército maliense que acompañaba a camiones cisterna de combustible fue emboscado entre Soribougou y Neguela, en el estado de Kayes», declaró el grupo terrorista en un breve comunicado, sin dar detalles sobre posibles bajas en las Fuerzas Armadas del país africano.
Videos publicados tras el ataque, que ocurrió entre Bamako y Kita, a unos 50 kilómetros de la capital, muestran a individuos armados alrededor de varios vehículos y densas columnas de humo negro, indicativo de que parte del cargamento pudo haber sido incendiado durante el incidente. Las autoridades malienses no han comentado sobre el suceso.
La localidad de Kita, en la región de Kayes, es estratégicamente significativa al estar en la línea de ferrocarril que une la capital de Senegal, Dakar, con Bamako y Koulikoro, aunque los servicios están suspendidos desde hace más de una década. Además, es destino de un peregrinaje anual católico al santuario de Nuestra Señora de Malí.
Actualmente, Malí está gobernado por una junta militar que tomó el poder tras los golpes de Estado de agosto de 2020 y mayo de 2021, liderados por Assimi Goita, actual presidente de transición, quien ha buscado acercarse a Rusia, alejándose de Francia y otros antiguos aliados occidentales.















