Tom Barrack, representante estadounidense para Siria, ha confirmado que su gobierno prestará asistencia para mejorar las complejas relaciones entre los líderes sirios y la comunidad kurdo-árabe del noreste autónomo del país, que actualmente experimentan un proceso de unificación extremadamente complicado debido a la falta de ‘confianza’ entre ellos.
Barrack ha solicitado a los dirigentes de la zona conocida como Rojava, gobernada por la Administración Autónoma del Norte y Este de Siria (AANES), que se unan a los esfuerzos de integración liderados por el presidente sirio y ex líder yihadista, Ahmed al Shara. Aunque ha reconocido los desafíos que esto implica, ya que podría significar la disolución de las milicias de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), defensores de la AANES y aliados de EE.UU. en su batalla contra el Estado Islámico.
De no lograrse la integración, Barrack teme que tanto la AANES como las FDS enfrenten problemas con el gobierno sirio y con el gobierno turco, que ve al grupo como una prolongación siria del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), que actualmente está en un proceso de paz con Ankara.
Posibles conflictos y soluciones propuestas
‘Los problemas que surgirán son los desacuerdos con el Gobierno sirio y el Gobierno turco’, explicó Barrack, quien sin embargo ha diferenciado a estas organizaciones. ‘No es impensable que quienquiera que sea el grupo que apoya a las FDS se haya distanciado del PKK. Por lo tanto, no creo que sea un derivado. Es otra organización’, afirmó Barrack a la agencia de noticias turca Anadolu.
Además, ‘el Gobierno estadounidense ha declarado que revisará todos sus asuntos y hará todo lo posible para garantizar una decisión justa y precisa, y si desean venir a Estados Unidos y vivir con nosotros, pueden hacerlo’.
Barrack también ha enfatizado que la integración, especialmente la militar, es la mejor opción para la nueva Siria que ha surgido este año tras el fin de más de medio siglo de régimen assadista. ‘Creemos que la expresión ‘Un país, una nación, un Ejército’ es mandato del país en cuestión, que ahora reconocemos’, declaró el también embajador estadounidense en Turquía.
‘Y aquí reside la cuestión’, reflexionó Barrack, sugiriendo que estas ‘minorías’ podrían considerar ‘aceptar una opción federalista’ bajo el nuevo gobierno. No obstante, Washington no intervendrá en estas discusiones, aseguró.
Finalmente, Barrack mencionó que la unión entre las FDS y el gobierno sirio demorará ‘porque no hay confianza’ entre las partes y el acuerdo preliminar de marzo ‘no incluye suficientes detalles específicos para que funcione’.
‘Estamos intentando aclarar estos detalles para que puedan llegar a un acuerdo y unirse en hermoso matrimonio’, concluyó el embajador, añadiendo que EE.UU. no permanecerá ‘para siempre’ en Siria y que las nuevas autoridades necesitarán una fuerza como las FDS — ‘los mejores combatientes’ — para contener la amenaza yihadista: ‘Incorporarlos sería lo más lógico’, zanjó.
















