EE.UU. preparado con un plan de contingencia ante una posible fuga de Maduro de Venezuela

EE.UU. confirma tener un plan de contingencia para actuar si Nicolás Maduro abandona Venezuela, en un contexto de tensiones y operaciones contra el narcotráfico.

Archivo - La portavoz del Pentágono, Kingsley WilsonEuropa Press/Contacto/Po1 Alexander Kubitza/Dod

El Departamento de Defensa de Estados Unidos ha confirmado que dispone de un plan de contingencia preparado para actuar en caso de que Nicolás Maduro decida abandonar Venezuela. Esta declaración surge en un contexto de creciente tensión entre Washington y el gobierno venezolano, exacerbada por la reciente presencia militar estadounidense en las aguas del Caribe y el Pacífico, justificada por la lucha contra el narcotráfico.

La vocera del Pentágono, Kingsley Wilson, interrogada durante una conferencia de prensa sobre las acciones que tomaría Washington si Maduro se exiliara, afirmó que el ministerio tiene «una respuesta planificada y lista» y que están «a la entera disposición» del presidente Donald Trump «para hacer lo que sea necesario».

«Siempre estamos listos. Tenemos planes para cada contingencia y nos aseguraremos de que, en lo que respecta al narcotráfico, lo desmantelemos», expresó Wilson, enfatizando que su «objetivo es eliminar a los narcoterroristas y erradicar esa amenaza, que está envenenando al pueblo estadounidense». «Esta es una misión crucial para proteger al país, y nos enorgullece formar parte de ella», añadió.

Además, Wilson confirmó que desde el inicio de sus operaciones contra embarcaciones en la región en septiembre, han efectuado «un total de 21 ataques contra barcos con drogas, con 82 narcoterroristas muertos», alegando que «cada ataque contra estas organizaciones se realiza en defensa de la vital seguridad de Estados Unidos».

Asimismo, tras la confirmación de la Casa Blanca sobre un segundo ataque a los supervivientes de un primer bombardeo, donde fallecieron los once tripulantes, Wilson explicó que la decisión, respaldada «al cien por cien» por el jefe del Pentágono, Pete Hegseth, y tomada por el almirante Frank Bradley, buscaba «garantizar la destrucción del barco y la eliminación de una amenaza para Estados Unidos». «Cada persona que hemos atacado hasta ahora, que se encuentra en un barco con narcóticos, es un narcoterrorista. (…) Nuestra inteligencia confirma con certeza quiénes son estas personas. Sin lugar a dudas, todos nuestros abogados militares y civiles saben que estos individuos son narcoterroristas. Sabemos qué llevan, de dónde vienen y adónde van. Y están intentando traer drogas a nuestras costas que matan y dañan a ciudadanos estadounidenses», concluyó.

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