El jefe de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, ha subrayado la ‘flexibilidad’ de las fuerzas norteamericanas ubicadas en Corea del Sur en respuesta a posibles ‘contingencias’ regionales, aunque ha precisado que enfrentar las amenazas de Corea del Norte sigue siendo su prioridad principal.
Durante una conferencia de prensa con su homólogo surcoreano, Ahn Gyu Back, tras visitar la zona fronteriza entre las dos Coreas, Hegseth ha hecho énfasis en la capacidad de respuesta de estas tropas ante conflictos potenciales, incluidos los que podrían surgir con China por tensiones en Taiwán o el mar de China Meridional. ‘No hay duda de la flexibilidad existente para las contingencias, algo que tenemos que mirar con lupa’, declaró.
En el contexto de las políticas de la Administración de Donald Trump, que busca fortalecer las alianzas en la región del Indo-Pacífico para contrarrestar a China, Hegseth ha valorado positivamente el incremento del gasto en defensa y el desarrollo de nuevas capacidades militares por parte de Corea del Sur, incluyendo tecnologías en misiles. ‘Esto permitirá a Corea del Sur mejorar sus capacidades de disuasión y defensa’, señaló.
‘Como sabemos, nos enfrentamos a un clima de seguridad peligroso, aunque nuestra alianza es más fuerte que nunca’, recalcó, anunciando además iniciativas conjuntas para el mantenimiento y reparación de buques de guerra. Las conversaciones también han abordado la integración de armamento nuclear estadounidense con las fuerzas convencionales surcoreanas, dada la ausencia de armas nucleares en Seúl y su dependencia del escudo de seguridad de EE.UU.
