La Casa Blanca ha señalado este jueves que “Estados Unidos pretende incautar el petróleo” transportado por el buque interceptado el día anterior frente a las costas de Venezuela, en una operación conjunta del FBI, Seguridad Nacional y la Guardia Costera, con apoyo del Pentágono y rechazada por el Gobierno venezolano.
La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, ha indicado en rueda de prensa que “El buque irá a un puerto estadounidense y Estados Unidos pretende incautar el petróleo”, subrayando además que “existe un proceso legal para la incautación de ese petróleo y se seguirá dicho proceso”.
Leavitt ha matizado, no obstante, que “el petróleo es un tema aparte” y que “el buque se encuentra actualmente en un proceso de decomiso”. Según ha detallado, “Estados Unidos cuenta con un equipo de investigación completo sobre el terreno en el buque”, donde “las personas a bordo están siendo entrevistadas y se está incautando cualquier evidencia relevante”.
Preguntada sobre si la actuación de Washington en Venezuela se orienta principalmente al narcotráfico o al petróleo, la portavoz se ha limitado a recalcar que la Administración de Donald Trump “está centrada en muchas cosas en el hemisferio occidental”.
En este sentido, ha recordado que “El presidente ha adoptado un nuevo enfoque (…) y hay dos cosas muy importantes para esta administración”, que ha concretado en “detener el flujo de drogas ilegales hacia Estados Unidos” e “implementar la política de sanciones” aprobada por la propia Casa Blanca, argumento con el que ha defendido la incautación del petrolero.
Leavitt también ha evitado pronunciarse sobre posibles nuevas operaciones contra buques petroleros en aguas próximas a Venezuela, aunque ha advertido de que “No nos vamos a quedar de brazos cruzados viendo cómo buques sancionados navegan por los mares con petróleo del mercado negro, cuyas ganancias alimentarán el narcotráfico de regímenes corruptos e ilegítimos en todo el mundo”.
Las palabras de la portavoz se producen tras la intervención de las fuerzas estadounidenses sobre el citado petrolero, apenas un día después de que Trump avisara a su homólogo venezolano, Nicolás Maduro, de que tiene “los días contados”. Esta acción ha provocado el respaldo explícito de Rusia y Cuba a Caracas, mientras que la ONU ha llamado a todas las partes a “ejercer moderación”.
