Este jueves, el Departamento de Estado de Estados Unidos anunció que ha solicitado la presencia de John T. McNamara, encargado de negocios interino en la Embajada de Bogotá, a raíz de una serie de ‘declaraciones infundadas y reprobables de las más altas instancias del Gobierno de Colombia’.
Marco Rubio, secretario de Estado, comunicó que, además de la convocatoria de McNamara, se implementarán otras acciones ‘para dejar clara’ la ‘profunda preocupación’ ante la situación actual de los vínculos bilaterales.
‘A pesar de las diferencias políticas con el Gobierno actual, Colombia sigue siendo un socio estratégico esencial’, mencionó Rubio, quien luego subrayó el deseo de Washington de ‘cooperar estrechamente’ en ‘prioridades compartidas’, como ‘seguridad y estabilidad regional’.
Por su parte, el presidente colombiano, Gustavo Petro, también ha llamado a consultas a su embajador en Washington, Daniel García Peña, para que le brinde detalles ‘del desarrollo de la agenda bilateral’, que incluye, según un mensaje en X, siete puntos fundamentales.
Petro ha solicitado información sobre, entre otros aspectos, la cooperación ambiental –transición ecológica, protección de la Amazonía–, inmigración, combate al narcotráfico y esfuerzos para encontrar soluciones políticas a las crisis en Venezuela, Cuba y Haití.
RELACIONES CRISPADAS
Desde el regreso de Donald Trump a la presidencia en enero de este año, las relaciones entre Estados Unidos y Colombia han sido tensas. La primera señal de conflicto surgió ese mismo mes, cuando no fue bien recibido en Washington que el presidente Gustavo Petro no permitiera el aterrizaje de dos aviones con 160 colombianos deportados por las condiciones inadecuadas de traslado.
Como represalia, Trump implementó nuevas tarifas comerciales, canceló visas y aumentó los controles migratorios desde Colombia. Aunque no se detallaron cuáles fueron los comentarios específicos que desataron la controversia, Petro recientemente criticó un centro de detención para migrantes erigido en Florida, en los Everglades.
‘Estoy en completo desacuerdo con estos campos de concentración para migrantes muchos de ellos colombianos. El migrante es un trabajador’, afirmó el mandatario.