La Administración de Donald Trump ha vuelto a reforzar las sanciones contra el entorno más próximo del presidente venezolano, Nicolás Maduro, por segunda semana consecutiva. Al mismo tiempo, ha aprobado una licencia que permite determinadas operaciones con la petrolera estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA).
La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), dependiente del Departamento del Tesoro, ha incorporado a su lista de sancionados a la familia directa de Carlos Erik Malpica Flores, castigado por Washington la semana anterior por supuestamente haber ejercido como tesorero nacional y como vicepresidente de PDVSA. Las medidas afectan a su madre, Eloisa Flores de Malpica, hermana de la primera dama, Cilia Flores, así como a su padre, su hermana, su esposa y su hija.
Además, las autoridades estadounidenses han incluido en el régimen de sanciones a Roberto y Vicente Luis Carretero Napolitano, “familiares directos” de Ramón Carretero Napolitano, un empresario panameño que ya fue sancionado el mismo día que Malpica Flores. Se le acusa de haber intervenido en “lucrativos” contratos con el Gobierno de Maduro, de mantener “diversos negocios con la familia Maduro-Flores, incluyendo la asociación en varias empresas”, y de facilitar envíos de productos petrolíferos en nombre del Ejecutivo venezolano.
“Hoy, el Tesoro ha sancionado a individuos que apoyan al narcoestado deshonesto de Nicolás Maduro. No permitiremos que Venezuela siga inundando nuestro país con drogas letales. Maduro y sus cómplices criminales amenazan la paz y la estabilidad de nuestro hemisferio. La Administración Trump seguirá atacando a las redes que apoyan su ilegítima dictadura”, ha declarado el secretario del Tesoro, Scott Bessent.
Paralelamente, la OFAC ha emitido una licencia general que autoriza, a partir del 3 de febrero de 2026, “todas las transacciones relacionadas con el bono al 8,5 por ciento de Petróleos de Venezuela, su financiamiento y otras operaciones”, según se detalla en el documento difundido en su página web.