El Gobierno de Estados Unidos ha justificado su no asistencia a la conferencia de la ONU sobre la solución de dos Estados, coorganizada por Francia y Arabia Saudí, calificándola de «maniobra desacertada que envalentonará» al Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás).
Desde el Departamento de Estado de Estados Unidos, se ha emitido un comunicado describiendo la conferencia como «improductiva e inoportuna», y una «maniobra publicitaria que ocurre en un momento crítico de esfuerzos diplomáticos para resolver el conflicto».
«Lejos de fomentar la paz, esta conferencia extenderá el conflicto, fortalecerá a Hamás, premiará su obstrucción y minará los verdaderos esfuerzos por alcanzar la paz», explicó Tammy Bruce, portavoz de la entidad diplomática.
Marco Rubio, secretario de Estado, ha «dejado claro» que esta convocatoria «es una bofetada a las víctimas del 7 de octubre (de 2023) y un premio al terrorismo» que «sigue manteniendo a rehenes en túneles».
«Estados Unidos se abstendrá de participar en este insulto y continuará liderando iniciativas efectivas para cesar los combates y lograr una paz duradera. Nos centramos en la diplomacia efectiva, no en conferencias que solo pretenden proyectar una imagen de relevancia», concluyó.
Tammy Bruce también criticó a París, aunque no a Riad, por su apoyo al reconocimiento del Estado palestino, elogio que fue bien recibido por Hamás. «Esto evidencia una serie de acciones contraproducentes que solo empoderan a Hamás, fomentan su obstrucción al alto el fuego y debilitan significativamente nuestros esfuerzos diplomáticos», afirmó.
El secretario general de la ONU, António Guterres, abrió la conferencia, que tiene una duración de dos días, con un discurso en el que destacó que «la solución de dos Estados está más lejos que nunca». La falta de Israel y su principal aliado, Estados Unidos, ha disminuido las esperanzas de progreso en esta materia.
Este evento tiene lugar solo días después de que el presidente Emmanuel Macron anunciara la decisión de Francia de reconocer oficialmente a Palestina como Estado, siguiendo el ejemplo de otros países europeos como España, siendo el primer país del G7 en hacerlo.