El Gobierno de Estados Unidos ha decidido este miércoles incorporar a su lista de sanciones al Cártel de Santa Rosa de Lima y a su máximo dirigente, José Antonio Yepez Ortiz, conocido como “El Marro”, quien, pese a haber sido arrestado en 2020 y sentenciado en México a 60 años de cárcel por delincuencia organizada, sigue al frente de la estructura criminal.
Según ha explicado la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro, tanto “El Marro” como el cártel que lidera obtienen la mayor parte de sus ganancias del tráfico ilícito de combustible y petróleo en el estado de Guanajuato, territorio en el que nació esta organización en 2014, enfrentada al Cártel de Jalisco Nueva Generación.
De acuerdo con la OFAC, las operaciones ilegales del cártel alimentan el mercado negro de combustibles, recortan ingresos al Estado mexicano y perjudican también los intereses de compañías estadounidenses del sector del petróleo y el gas natural, tal y como ha denunciado el organismo en un comunicado oficial.
El secretario del Tesoro, Scott Bessent, ha subrayado que estas medidas restrictivas se enmarcan en las promesas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de “erradicar por completo” a los cárteles de la droga y salvaguardar a la población estadounidense.
La OFAC ha remarcado que el robo y el contrabando de petróleo y combustibles, práctica conocida en México como huachicol, se ha convertido en la principal vía de financiación ajena al narcotráfico para las organizaciones dedicadas al crimen organizado.
Mediante asaltos a refinerías, tomas clandestinas en los oleoductos, secuestro de camiones cisterna y el soborno de empleados de la petrolera estatal Pemex, las bandas se apropian del combustible, que después colocan en el mercado negro en México, Estados Unidos y diversos países de Centroamérica.